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El caso O. J. Simpson (oficialmente El Pueblo del Estado de California contra Orenthal James Simpson o El Pueblo contra O. J. Simpson) fue un juicio penal llevado a cabo en la Corte Superior de Los Ángeles, en el que el exjugador estrella de la National Football League y actor O. J. Simpson fue juzgado por dos cargos de asesinato por las muertes de su exesposa Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman, amigo de esta, ocurridas el 12 de junio de 1994. El juicio se extendió por once meses, desde la toma de juramento a los miembros del jurado el 9 de noviembre de 1994.[1] Las declaraciones iniciales se realizaron el 24 de enero de 1995[2] y el veredicto fue anunciado el 3 de octubre de 1995, cuando Simpson fue declarado no culpable de asesinato en ambos cargos.[3] El caso ha sido descrito como el juicio penal más publicitado de la historia.[4]
Simpson fue representado por un equipo de abogados defensores de alto perfil, conocido en inglés como el «Dream Team», liderado inicialmente por Robert Shapiro[5][6][7] y luego por Johnnie Cochran. El equipo también incluía a F. Lee Bailey, Alan Dershowitz, Robert Kardashian, Shawn Holley, Carl E. Douglas y Gerald Uelmen. Barry Scheck y Peter Neufeld fueron dos abogados adicionales especializados en la evidencia basada en ADN.
Marcia Clark y Christopher Darden, fiscales de distrito adjuntos, creían tener un caso fuerte contra Simpson, pero Cochran fue capaz de convencer a los miembros del jurado de que había una duda razonable respecto a la evidencia basada en ADN (un tipo de evidencia relativamente nueva en los juicios en ese entonces),[8] incluyendo la alegación de que la sangre recolectada como evidencia había sido manejada de forma errónea por científicos y técnicos laboratoristas, y respecto a las circunstancias que rodeaban a otras exhibiciones judiciales.[9] Cochran y el equipo de defensa también alegaron una mala conducta por parte del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés). La condición de celebridad de Simpson y el extenso juicio televisado hicieron del llamado "juicio del siglo" un hecho de interés nacional. Hacia el final del juicio penal, encuestas nacionales mostraron enormes diferencias en la apreciación de la culpabilidad o inocencia de Simpson entre estadounidenses negros y blancos.[10]
Luego del juicio penal, las familias Brown y Goldman presentaron una demanda civil contra Simpson, y el jurado declaró a Simpson «responsable» de las dos muertes el 4 de febrero de 1997.[11] Se concedió un total de 33,5 millones de dólares a las familias por daños compensatorios y punitivos, pero las mismas recibieron solo una pequeña porción de esa suma.